Las fracciones propias tienen muchas aplicaciones en matemáticas y en la vida diaria. Por ejemplo, cuando preparamos comidas o bebidas, a menudo necesitamos medir ingredientes usando fracciones propias.
¿Qué es una fracción propia?
Una fracción propia es una fracción en la que el numerador es menor que el denominador. Por ejemplo, 2/3, 4/5 y 5/6 son fracciones propias.
Mas ejemplos de fracciones propias
Una fracción es un número que representa una parte de otro número. Una fracción propia es una fracción cuyo numerador (número superior) es menor que el denominador (número inferior).
Por ejemplo, 1/5, -3/10 o 273/1000 son fracciones propias.
Por el contrario, si el numerador es mayor que el denominador, entonces se dice que la fracción es impropia. Por ejemplos las siguientes fracciones son fracciones impropias: 3/5, 6/7 o -9/-18.
¿Cómo se pueden simplificar las fracciones propias?
Simplificar las fracciones propias significa encontrar la forma más sencilla de expresar una fracción.
La simplificación de fracciones consiste en reducirlas a su forma más simple. En matemáticas, una fracción puede simplificarse reduciéndola a los términos más pequeños, factorizando los factores comunes o multiplicando o dividiendo el numerador y el denominador por el mismo número.
Los procedimientos de simplificación de fracciones son similares a los de simplificación de otras expresiones aritméticas. Hay tres formas de simplificar una fracción:
- Reducirla a los términos más bajos. Para reducir una fracción a los términos más bajos, sacamos el mayor factor común de ambos términos de la fracción;
- Eliminar los factores comunes. Para eliminar los factores comunes, dividimos ambos términos de la fracción por su mayor factor común;
- Escribirla como producto de sus factores primos. Se toma la factorización primaria de ambos números y se reescribe como un producto de esos números primos.