Fomenta la lectura de tus hijos a través de la poesía, iniciar con poemas cortos es un buen comienzo.
La poesía por medio de poemas infantiles cortos son muy favorables para los niños ya que motivan su imaginación, mientras aprenden palabras nuevas, ejercitan la memoria y el habla.
Mientras que para los padres leer poesía para sus niños resultara en una actividad entretenida y por supuesto en una forma de interacción y comunicación personal con sus hijos.
Una ventaja mas de los poemas cortos es que pueden ser contados a los niños en cualquier hora del día, algunos prefieren la noche para escuchar poemas para niños justo antes de la hora de dormir.
¿Cuál es tu horario para contar este tipo de poemas cortos para tus hijos?
Déjanos tu comentario, que sin duda será de utilidad para otros lectores.
10 poemas infantiles para niños
Cuatro baladas amarillas
En lo alto de aquel monte
Hay un arbolillo verde.
Pastor que vas,
Pastor que vienes.
Olivares soñolientos
Bajan al llano caliente
Pastor que vas,
Pastor que vienes
Ni ovejas blancas ni perro
Ni cayado ni amor tienes
Pastor que vas.
Como una sombra de oro
En el trigal te disuelves
Pastor que vienes
Federico Garcia Lorca
¡Buen viaje!
Con la mitad de un periódico hice un buque de papel,
que en la fuente de mi casa va navegando muy bien.
Mi hermana con su abanico, sopla y sopla sobre él.
¡Muy buen viaje!
¡Muy buen viaje,
buquecito de papel!
Amado Nervo
Llega el invierno
El señor invierno
se viste de blanco,
se pone el abrigo
porque está temblando.
Se va a la montaña,
se mete en el río,
y el parque y la calle
se llenan de frío.
Se encuentra a la lluvia
llorando, llorando,
y también al viento
que viene soplando.
¡Ven amigo sol!
Grita en el camino,
pero el sol no viene
porque se ha dormido.
Marisol Perales
Parejas
Cada abeja con su pareja.
Cada pato con su pata.
Cada loco con su tema.
Cada tomo con su tapa.
Cada tipo con su tipa.
Cada pito con su flauta.
Cada foco con su foca.
Cada plato con su taza.
Cada río con su ría.
Cada gato con su gata.
Cada lluvia con su nube.
Cada nube con su agua.
Cada niño con su niña.
Cada piñón con su piña.
Cada noche con su alba.
Gloria Fuertes
Cómo se dibuja a un niño
Para dibujar un niño hay que hacerlo con cariño
Pintarle mucho flequillo
que esté comiendo un barquillo
muchas pecas en la cara que se note que es un pillo
pillo rima con flequillo y quiere decir travieso
Continuemos el dibujo: redonda cara de queso
Como es un niño de moda, bebe jarabe con soda
Lleva pantalón vaquero con un hermoso agujero
camiseta americana y una gorrita de pana
Las botas de futbolista, porque chutando es artista
Se ríe continuamente, porque es muy inteligente
Debajo del brazo un cuento por eso está tan contento
Para dibujar un niño hay que hacerlo con cariño
Gloria fuertes
Abuelita
Quién subiera tan alto
como la luna
para ver las estrellas
una por una,
y elegir entre todas
la más bonita
para alumbrar el cuarto
de la abuelita.
Tomás Allende Iragorri
Agua, ¿Dónde vas?
Agua, ¿dónde vas?
Agua, ¿dónde vas?
Riyendo voy por el río
a las orillas del mar.
Mar, ¿adónde vas?
Río arriba voy buscando
fuente donde descansar.
Chopo, y tú ¿qué harás?
No quiero decirte nada.
Yo…, ¡temblar!
¿Qué deseo, qué no deseo,
por el río y por la mar?
(Cuatro pájaros sin rumbo
en el alto chopo están.)
Federico García Lorca
La Tarara
La Tarara, sí
la Tarara, no
la Tarara, niña
que la he visto yo
Lleva la Tarara
un vestido verde
lleno de volantes
y de cascabeles.
La Tarara, sí
la tarara, no
la Tarara, niña
que la he visto yo
Luce mi Tarara
su cola de seda
sobre las retamas
y la hierbabuena.
Ay, Tarara loca
Mueve la cintura
para los muchachos
de las aceitunas
Federico García Lorca
Mi cara
En mi cara redondita
tengo ojos y nariz,
y también una boquita
para hablar y para reír.
Con mis ojos veo todo,
con la nariz hago achís,
con mi boca como como
palomitas de maíz
Gloria Fuertes
Doña Primavera
Doña Primavera
viste que es primor,
viste en limonero
y en naranjo en flor.
Lleva por sandalias
unas anchas hojas,
y por caravanas
unas fucsias rojas.
Salid a encontrarla
por esos caminos.
¡Va loca de soles
y loca de trinos!
Doña Primavera
de aliento fecundo,
se ríe de todas
las penas del mundo…
No cree al que le hable
de las vidas ruines.
¿Cómo va a toparlas
entre los jazmines?
¿Cómo va a encontralas
junto de las fuentes
de espejos dorados
y cantos ardientes?
De la tierra enferma
en las pardas grietas,
enciende rosales
de rojas piruetas.
Pone sus encajes,
prende sus verduras,
en la piedra triste
de las sepulturas…
Doña Primavera
de manos gloriosas,
haz que por la vida
derramemos rosas:
Rosas de alegría,
rosas de perdón,
rosas de cariño,
y de exultación.
Gabriela Mistral